Es probable que Valencia sea conocida por su sol, su playa y que, incluso, se asocie al verano, ¿pero sabías que Valencia tiene más de 300 días de sol al año?

Si bien es cierto que en verano es una ciudad calurosa, el otoño o incluso el invierno le brinda temperaturas muy agradables para pasear por sus calles. Y no solo eso: Valencia es una ciudad con un enorme patrimonio arquitectónico y una completa oferta cultural muy variada y para todos los públicos. Algo que se puede disfrutar perfectamente durante los meses de otoño/invierno. En este post te contamos las ventajas de visitar nuestra ciudad durante esta época del año:

Olvídate de la ropa de abrigo

A diferencia de otras ciudades de España, Valencia se caracteriza por sus inviernos suaves en los que no es muy necesaria la ropa de abrigo. De hecho, tenemos una temperatura media de 19 grados en todo el año. Si bien es cierto que la humedad hace que las noches de invierno puedan ser algo frías, durante el día con un suéter y una chaqueta será suficiente para pasear por la ciudad.

Disfruta de una completa agenda cultural

Valencia es conocida por tener uno de los centros históricos más grandes de toda Europa. Con diferentes estilos arquitectónicos, la ciudad cuenta con una parte monumental muy atractiva y completa para visitar.

Por otro lado, Valencia dispone de una agenda cultural extensa y dirigida a todos los públicos. Espacios como el recientemente inaugurado Centro de Arte Hortensia Herrero, el museo de Bellas Artes de Valencia San Pío V, que es la segunda pinacoteca más importante de España, el IVAM, la Ciudad de las Artes y las Ciencias o el Bioparc, dotan a la ciudad de una actividad cultural muy diversa de las que disfrutar durante los meses de invierno. 

Imprescindible: las gafas de sol

Como destacábamos antes, Valencia cuenta con más de 300 días de sol al año, lo que la hace perfecta para visitar durante todo el año. Pasear por su centro histórico, tomar un aperitivo al sol en cualquiera de sus plazas, recorrer su paseo marítimo, el cauce del río Turia o visitar sus mercados son algunos de los planes que puedes hacer en un fin de semana.

Además, al ser una ciudad plana, es ideal para pasearla con facilidad y para circular en bicicleta por ella a través de la extensa línea de carriles bici con la que cuenta.

Atardeceres de película y sin calor

Esta época del año es perfecta para acercarte al Parque Natural de la Albufera, ver la migración de las aves y contemplar su espectacular atardecer…sin sudar ni una gota. También puedes aprovechar para realizar un paseo en barca y contemplar los arrozales, además de degustar una deliciosa paella valenciana hecha a leña en la zona.

Gastronomía valenciana de invierno: digna de conocer

Está claro que la paella valenciana es un must si vienes a conocer la ciudad, pero también podrás probar otras especialidades de invierno que merecen mucho la pena: el puchero valenciano, el arroz caldoso, el arroz al horno…y si eres goloso, el chocolate caliente con churros y buñuelos de calabaza es algo que entra mejor sin demasiado calor.